Semillas de futuro: huertos escolares para la soberanía alimentaria y la educación ambiental

Los huertos escolares son territorios de esperanza donde se siembra el cuidado corresponsable.

En las comunidades rurales de Valle de Bravo, donde la tierra fértil y las tradiciones agrícolas son parte esencial de la vida, los huertos escolares se han convertido en espacios de transformación. No solo son aulas al aire libre donde las niñas y niños aprenden a cultivar sus propios alimentos, sino también territorios de esperanza donde se siembra el cuidado corresponsable y se impulsa el ejercicio del derecho a una alimentación libre de pesticidas.

Para las primeras infancias, el contacto con la tierra es un acto fundacional: les enseña que los alimentos no vienen de la tienda o del supermercado, sino que son fruto de la paciencia, el respeto y el trabajo colectivo. Al sembrar, regar y cosechar, descubren el ciclo de la vida, la importancia de la biodiversidad y el valor de una alimentación sana y local.

Pero los huertos van más allá, son una respuesta concreta a los desafíos del cambio climático y la desigualdad, reconectando a las nuevas generaciones con saberes ancestrales mientras promueven autonomía y resiliencia. Es así como se han constituido como un pilar de nuestro programa de Nutrición, donde cada lechuga, cada frijol, cada hierba medicinal cultivada por las manos de las y los más pequeños es un paso hacia un futuro más justo y sostenible.

En Fundación Valle La Paz, creemos que estos espacios son semillas de cambio. Porque quienes aprenden a cuidar la tierra, están aprendiendo a cuidar de su comunidad y de sí. Porque la soberanía alimentaria comienza en la escuela, y el futuro se cultiva hoy.

Únete a nosotros, cultivemos en equipo.

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